Polvorete es nuestro godello más joven. Un vino blanco fresco y fácil de beber, pero lleno de matices. Transmite alegría y puede acompañar cualquier encuentro, demostrando que, aun siendo el más joven, la tierra del Bierzo tiene mucho que contar.
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Variedad: Godello
Zona: D.O. Bierzo
Añada: 2024
Elaboración: Fermentación en depósitos
Premios:
92/100 en James Suckling
92/100 en Decanter
Localidad: Ponferrada
Ideal para acompañar
Marisco, pescados, arroz caldoso...
Temperatura de servicio
Servir entre 6-10ºC
Consejos de conservación
Posición horizontal
Alérgenos
Contiene sulfitos.
Grado Alcohólico
12,5º
Una añada sorprendente
La primavera del 2024 ha estado caracterizada por abundantes lluvias y temperaturas moderadas, lo que ha obligado a extremar las precauciones para evitar la aparición de enfermedades en la vid. En verano las lluvias desaparecieron y las temperaturas se elevaron notablemente lo que dio como resultado una maduración temprana. Este hecho unido al buen desarrollo vegetativo de los primeros meses dio como resultado una vendimia temprana con un excelente potencial.
Conserva todos matices primarios del Godello
Nuestro vino blanco Godello más primario y juvenil se elabora con una fermentación a temperatura controlada en depósitos de acero inoxidable.
Alegre y juvenil
De color amarillo pajizo muy pálido, en nariz es intenso y muy fresco con predominancia de aromas a frutas blancas de árbol, pera y
manzana y con toques cítricos en segundo plano. En la boca es equilibrado, con una acidez refrescante y un paso por boca muy vivo y agradable.
Polvorete es el vino Godello más joven de Bodegas Emilio Moro y está diseñado para ser un blanco alegre y diferente. A través de su frescura y su juventud demuestra que la tierra del Bierzo tiene mucho que contar. Un vino blanco fácil de disfrutar pero lleno de matices.
A través de un viaje a la esencia berciana, hemos dado con algunas de las huellas que los pobladores de la zona dejaron hace miles de años en forma de pinturas rupestres. Este testimonio, encontrado en las paredes de la Cueva del Moro, situada a pocos kilómetros de nuestra bodega en El Bierzo, ha permitido que Bodegas Emilio Moro se embarque en un viaje a los orígenes de esta tierra y así, poder conocer la singularidad berciana representada en su paisaje, sus viñedos y, por supuesto, en sus vinos. Nos hemos inspirado en este legado y extraído algunas de las figuras que nuestros antepasados representaron y que, increíblemente, han sobrevivido al paso del tiempo hasta hoy. Miles de años después, la misma tierra sigue dando frutos y la conexión con aquellas generaciones ancestrales permanece.
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