Nacido para honrar, elaborado para enamorar. Clon de la Familia es el vino con el que la familia Moro cola las máximas expectativas para crear un vino con personalidad única.
En Bodegas Emilio Moro logramos unir pasado y futuro gracias al profundo conocimiento y la pasión de cuatro generaciones dedicadas en cuerpo y alma al vino, apoyándonos en la innovación para conseguir elaborar vinos de gran calidad.
97
puntos
2016
Guía Proensa
96
puntos
2016
Wine Spectator
96
puntos
2016
Jeb Dunnuck
95
puntos
2016
Wine Enthusiast
Clon de la Familia nace en 2009 con el objetivo de expresar valores que, para Bodegas Emilio Moro son fundamentales: tradición, carácter y pasión. Este vino es el resultado de la cuidada selección de las mejores cepas de los majuelos con más personalidad de la bodega de la familia Moro.
Clon de la Familia procede de suelos calizos, arcillosos y pedregosos. Para su elaboración se utilizan uvas procedentes de dos parcelas que son complementarias:
Esta combinación le concede unas características únicas que logran que sea el vino más premium de la bodega y se haya convertido en un Ribera del Duero inigualable.
Clon de la Familia realiza su maceración durante aproximadamente 26 días, en depósitos de pequeña capacidad a temperatura controlada. Su crianza transcurre en barricas exclusivas, que respetan los aromas de la fruta y de la tierra de la que procede.
De color granate muy cubierto, en nariz es intenso y extraordinariamente complejo, lleno de matices delicados de frutos rojos y negros. La evolución en copa es excelente, se percibe su base frutal y su complejidad. En la boca es intenso y sedoso con un tanino potente. Tiene un postgusto cálido, frutal y sumamente agradable.
Visual
De color granate muy cubierto
Olfativa
Intenso y complejo, lleno de matices de frutos rojos y negros
Gustativa
Intenso y sedoso, con un tanino potente
Variedad
Tempranillo
Añada
2018
Elaboración
Barrica roble francés
D.O. Ribera del Duero
Pesquera de Duero
97/100 en Guía Proensa
96/100 en Wine Spectator
El ciclo vegetativo del 2018 comenzó marcado por unos meses de abril y mayo extraordinariamente lluviosos, lo que provocó un ligero retraso en la brotación. Durante los meses de verano la pluviometría se situó por debajo de los valores históricos, lo que contribuyó a equilibrar el ciclo vegetativo de la vid. En cuanto a las temperaturas, estuvieron muy próximas a las habituales en la zona, salvo en el último tramo de maduración donde estuvieron por encima de lo habitual, lo que propició unos niveles óptimos de madurez y un gran equilibrio en la uva.
Descubre los tres vinos de la familia Emilio Moro, tres vinos 100% tempranillo que forman parte de un legado:
