- Bodegas Emilio Moro celebra San Valentín con La Felisa, un vino muy especial que rinde homenaje al amor en todas sus formas
- Como el amor verdadero, La Felisa se cultiva con dedicación y se disfruta sin prisa, dejando una huella imborrable
Hay amores que marcan una vida. Amores que nacen, crecen y se transforman, dejando huellas imborrables en el alma. Como el amor de una madre, incondicional y eterno; o como el amor por la tierra, que se cuida con paciencia y se devuelve en cada fruto. La Felisa es la historia de esos amores. Un vino nacido del respeto por las raíces y de la pasión por lo auténtico.
Una pasión que Bodegas Emilio Moro revela con cada uno de sus vinos apoyándose en los más de 100 años de historia que acumula.
“Brindar con La Felisa es brindar por la pureza del amor en todas sus formas. Este vino es un homenaje a mi madre y a todo lo que nos enseñó: que las cosas más valiosas requieren tiempo, dedicación y verdad. Como el amor, La Felisa se cultiva con cuidado, sin artificios, dejando que la esencia hable por sí sola«, expresa Javier Moro, presidente de Bodegas Emilio Moro.
En San Valentín, cada amor tiene su momento. El amor que nace entre miradas cómplices y el que se refuerza con el paso de los años. El amor que se expresa en un abrazo silencioso o en una risa compartida. Para cada uno de esos momentos, existe un vino capaz de capturar su esencia. Bodegas Emilio Moro elige La Felisa, porque en su sencillez y pureza se encuentra la magia de lo real.
Un vino que sabe a amor verdadero
Elaborado con el máximo respeto por la vid y el terroir de la Ribera del Duero, La Felisa es la más fiel declaración de amor a la tierra. Su alma es el tempranillo en su estado más puro, sin sulfitos añadidos, sin más adorno que el que la naturaleza le otorga.
«Siempre digo que La Felisa es un vino con corazón. Es la expresión de lo que somos, de nuestra historia y de nuestra forma de entender el vino. Porque el verdadero amor, al igual que los grandes vinos, no necesita disfraces: solo verdad, pasión y tiempo», comparte Patricia Sánchez Moro, directora general de la bodega.
De intenso color rojo cereza, en nariz despliega un abanico de aromas a frutos rojos maduros, sutiles notas florales y un toque especiado que invita al primer sorbo. En boca es fresco y equilibrado, con una textura sedosa que acaricia el paladar, dejando una sensación persistente, como los recuerdos de los momentos más especiales.
Brindemos por los amores que dejan huella
Este San Valentín, Bodegas Emilio Moro te invita a detener el tiempo, a disfrutar de cada instante, a brindar con La Felisa por esos amores que nos transforman y nos hacen mejores. Porque el amor, al igual que el buen vino, se cultiva con dedicación y se saborea sin prisa.
Porque hay vinos que nos recuerdan que estamos vivos. Y hay amores que nos hacen eternos.