- La bodega vallisoletana presenta la nueva imagen de Emilio Moro, una oportunidad única para conocer de primera mano al vino y al hombre que dejó una huella imborrable
- Un exclusivo evento privado con cata de vinos especiales fuera del mercado y experiencias personalizadas
- Emilio Moro 2021, la nueva añada del buque insignia de la compañía, nos traslada en el tiempo para conectar con las tradiciones de la bodega familiar
El pasado miércoles, 13 de marzo en Madrid, Bodegas Emilio Moro tuvieron el placer de presentar en la nueva imagen de su alma máter, el vino más emblemático; Emilio Moro y la cosecha 2021, en un evento privado que reunió a periodistas de medios nacionales y especializados en gastronomía, como Tapas, El País, La Vanguardia, La Razón, Harper`s Bazaar, ELLE Gourmet o Siete Caníbales, entre otros. Y en otro pase, también a prescriptores digitales como Pilar Oltra, Marta Oria o Sheila Conde.
El encuentro brindó a los asistentes la oportunidad única de degustar distintas añadas exclusivas que no se encuentran en el mercado, y de poder observar la evolución de su sabor y su imagen.
Esta presentación ha sido una ocasión muy especial para homenajear al hombre con el que comenzó todo. Bodegas Emilio Moro se encuentran en dos ubicaciones: en el corazón de la Ribera de Duero y en El Bierzo, una zona privilegiada con unos parajes únicos. Más de 100 años de historia viven estas bodegas familiares que, con pasión y entrega al mundo del vino, buscan cumplir con la máxima que, añada tras añada les guía: ser un punto de encuentro en el que inspirar a las personas a través de su esencia.
Javier Moro sentado brindando a la izquierda y Héctor Medina Moro de pie a la derecha rodeados de los invitados al evento. / Catando la exclusiva añada de 2011
La esencia de Emilio, un hombre que dejó una huella imborrable
En este encuentro, sus seres queridos han puesto en común recuerdos y anécdotas sobre “una persona increíble que dejó huella en aquellos que le conocimos y cuya memoria seguirá viva gracias al legado que nos dejó”. Javier Moro, presidente de Bodegas Emilio Moro y tercera generación de la empresa familiar, fue el anfitrión del encuentro, quien compartió con los presentes la cercanía de las bodegas con sus clientes: “Nos gusta conocer a las personas, contarles nuestra historia y transmitirles nuestra forma de entender el sector”. Emocionado, recordando a su padre declaró que “con Emilio Moro, mi padre, comenzó todo y por él estamos donde estamos”.
No pasa desapercibida la importancia del equipo humano que forma parte de las bodegas, quienes se encargan de que el trabajo salga adelante, así lo subraya Héctor Medina Moro, director de Marketing y cuarta generación de la familia Moro, “Bodegas Emilio Moro es una gran familia formada por más de 130 personas donde no importa si llevas el apellido Moro o no”.
Emilio Moro presenta su nueva imagen
Emilio Moro dice adiós a su antigua etiqueta y da la bienvenida a su nueva imagen con la que se viste de color crema, con una nueva tipografía más elegante, integrando el medallón y, por último, la firma de Emilio, como en su día la tuvieron las primeras etiquetas de la bodega familiar. Los valores de las bodegas se transmiten en la nueva imagen; “con la nueva etiqueta, Emilio Moro, se une al resto de referencias aunando los valores que defendemos: origen, tradición y familia”, comenta Héctor.
Emilio Moro 2021, el reflejo perfecto de la tradición de Bodegas Emilio Moro
Además de la nueva imagen, Bodegas Emilio Moro presenta Emilio Moro 2021. Una añada marcada por temperaturas ligeras durante la primavera, precipitaciones acumuladas durante el mes de abril y un verano con temperaturas ligeramente más bajas de lo habitual, lo que ralentizó el ciclo vegetativo de la planta. Al inicio del otoño, las lluvias fueron escasas, favoreciendo así la maduración de la uva, dando como resultado un vino de carácter fuerte, que aúna la potencia y el equilibrio que le caracteriza, a lo que se suma la riqueza de matices que le es propio.
De color rojo granate de buena intensidad, en nariz presenta un interesante equilibrio entre las notas frescas de la fruta roja típica de la variedad con matices más maduros de fruta negra, café y especias, como la vainilla o el clavo. En boca es equilibrado, de paso fácil, pero conservando la personalidad y un postgusto persistente y muy agradable.