Bodegas Emilio Moro nace en Pesquera de Duero, un pequeño pueblo de la provincia de Valladolid, situado en el corazón de una de las Denominaciones de Origen más importantes y reconocidas de España y del mundo, la D.O. Ribera del Duero, conocida también como “La Milla de Oro”.
La D.O. Ribera de Duero nace en 1982 y nosotros formamos parte de ella desde 1989, siete años después. Para poder emprender este viaje, nuestra familia tuvo que cumplir con los requisitos necesarios que marcaba la D.O., como, por ejemplo, el embotellado o el etiquetado. Nos pusimos manos a la obra y comenzamos la aventura de la mano de nuestro Crianza Emilio Moro, que se presentó al mercado con una etiqueta dibujada a mano en la que se representaba la bodega antigua y la lucera, dibujo que se convirtió en el logo de Bodegas Emilio Moro.
Nos encontramos situados en la localidad vallisoletana de Pesquera de Duero, un pueblo ubicado en el corazón de la Ribera del Duero, conocida como ‘La Milla de Oro’. Es el territorio del vino por excelencia. Se trata de una zona reconocida por su alta concentración de bodegas y por una arraigada tradición vitivinícola, lo que ha posicionado esta ubicación como un destino de enoturismo de primer nivel.
Nuestro vínculo con la tierra es uno de nuestros valores más preciados. Es la que nos ofrece todo lo necesario para continuar con nuestro sueño.
La especial orografía de la Ribera del Duero la convierten en un lugar único. El río Duero recorre la zona dejando su huella y dotando al suelo de diferentes matices que, más tarde, encontraremos en nuestros vinos. Contamos con tres tipos de suelo: el suelo calizo, el suelo arcilloso y el suelo pedregoso.
Todos nuestros vinos tintos de la D.O. Ribera del Duero se elaboran con uva Tempranillo. La primera generación de la familia plantó diferentes variedades y con el paso de los años comprobamos que la uva que mejor se adaptaba a nuestro clima y a nuestro suelo era la Tempranillo.
En nuestro afán por evolucionar y ser mejores, hemos trabajado en una selección de las cepas mejor adaptadas y de mayor potencial enológico, y de ellas escogimos los sarmientos más sanos y productivos para injertar nuevos majuelos.
